El Dr. Jekyll & Mr. Hyde de la NBA: Russell vs Westbrook
En el partido del 13 de diciembre de los Lakers contra Sacramento, la megafonía del Golden One Center tildaba a Westbrook como el “ice cold player of the game”, el jugador más frío del partido. En YouTube y las redes, esta temporada entera se ha atacado al jugador de los Lakers por mala toma de decisiones, por pérdidas tontas y por una defensa peor que mediocre. En muchas instancias tenían razón. Asimismo, los triples dobles están siendo desprestigiados cada vez más, sin razón y principalmente debido a su cada vez mayor frecuencia. Este no es fruto de que el logro sea más fácil sino del cambio físico, mental y táctico de los jugadores de la NBA a lo largo de las décadas, que ha propiciado que más jugadores tengan las capacidades técnicas y genéticas para alcanzarlo. Personalmente tampoco me parece normal que se espere que juegue bien o muy bien (Él mismo, (obviamente) dijo que esperar de él 20 rebotes y asistencias era irreal) todos los partidos ya que al fin y al cabo todos fallan, y con todo mi respeto y admiración al base, él es muy grande pero no tanto como los más grandes, por lo tanto, falla más.
Debemos darnos cuenta de que Russell Westbrook ha sido, es y siempre será como el/los personajes (según como se mire) de la novela de Robert Louis Stevenson, Dr. Jekyll, el amable y sociable doctor, y Mr. Hyde, el despreciable y malvado delincuente. Y aun así hay gente que cree que cambiará su juego por Lebron o por un anillo, o por los Lakers…
Lamento decepcionaros, pero nunca lo va a hacer y es ese estilo el que le ha aupado a alturas insospechadas, haciéndole ganar un MVP y una ristra de récords difícilmente superables. Ese es el Russell, ese jugador capaz de remar de un equipo solo, de desafiar a la lógica con unos tiros de “¿PERO QUÉ HACES?” y meterlos como si nada, de con un mate o tapón desmoralizar al equipo rival. Se han visto trazos de ese jugador esta temporada, y se le alababa por ello. Westbrook comparte cuerpo con Russell, pero es la parte mala. Russell Westbrook siempre ha tenido esas dos facetas, desde que fue drafteado desde UCLA, hasta nuestros días.
Al principio, como pasaba en la novela, Russell muy pocas veces se convertía en Westbrook, ya que su juventud y la coincidencia en cancha con unos talentos como Durant y Harden hacían mucho más fácil que el espíritu desencadenado de Westbrook fuese conducido a buen puerto (El laboratorio de Mr. Hyde, en la novela), o al menos enmascarado por el talento de sus dos coestrellas. Una vez se fue Harden, fue más difícil parar a Westbrook y las alternancias entre los buenos partidos y los malos se hicieron más frecuentes, pero siguió ganando muchos partidos gracias a Russell y a KD. El éxodo de Durant, encima al mejor equipo, (por récord) de la historia, con ghosteo a Russell Westbrook incluido, abrió el jarro de las esencias.
Durante los próximos 12 meses, vimos al mejor Russell, obligado por las circunstancias a no dejar salir al Westbrook (casi nunca) para arrastrar literalmente a un equipo a los playoffs solo. (al igual que tras casi pillarle la policía Dr. Jekyll pasa varios mese sin convertirse en Mr. Hyde)
Habiendo visto cuanto costaba cargar con una franquicia a sus espaldas, con su talento como jugador y líder imposible de cuestionar y agotado física y mentalmente, Russell se entregó a sus vicios de antaño. (Dr. Jekyll se transforma para poder satisfacerlos sin ser descubierto) De este deseo salió de nuevo Westbrook tras una temporada casi escondido totalmente. PG y Carmelo no son del mismo calibre que KD y Harden y no pudieron reconducir a un Westbrook completamente desatado, pero que aún así todavía dejaba salir a Russell de vez en cuando. Tras esas primeras temporadas se calmaron las aguas, con las apariciones de Russell y Westbrook nivelándose a los niveles habituales, se vio en Houston y se vio en Washington.
Blancos y negros para un jugador que ya no se adapta por nada ni nadie ya que cree que su talento le enseñara el camino a la victoria, y no se equivoca, pero cuando Westbrook toma las riendas ese talento se esfuma y nada de lo que se diga o haga seguramente lo cambie. Los Lakers no son tontos y sabían por lo que traspasaban, esperando que les tocase mas veces Russell que Westbrook. La NBA la ganan las siempre mayores estrellas (normalmente) y si bien será una temporada dura para los Lakers y para Westbrook, a la hora de los playoffs cada partido para el base será tirar una moneda, si sale Westbrook igual la grandeza de Lebron y (esperemos) un AD sano, harán que se anulen sus fallos, pero como salga Russell cuidado porque ese big 3 a pleno rendimiento da mucho miedo.
Aceptad que es uno de los grandes bases de la historia, pero falla como todos, y si le animas y le respetas cuando hace grandes cosas tienes que saber dónde trazar la línea entre la critica y el insulto cuando lo hace mal. Porque siempre va a ser Russell Westbrook, así que disfrutemos de él con sus luces y sus sombras.